Generación espontáneaI
Las ratas nacieron con las coladeras
Ven un poema en el charco y en la fiebre
Dios las puso para pasar
Sus años a solas con el plástico
Les puso los pavimentos y las madrugadas
Les puso un hogar en una llanta hecha trizas
Un castillo en una fábrica de algodón
.............Dios las ama
Las hizo humildes
II
No necesitan mucho
Tienen las tuberías
El calor de sus vientres preñados
Y con el lodo
De seguro ni siquiera sienten el frío
Al fin su estómago pequeño
No podría tragar más que migajas
La brizna del azúcar fuera del café
Las cosas de los hombres
Son muy grandes para ellas
Les sirven más si se rompen
Si se abandonan
Su poca inteligencia
La deben a los palos
A la familia de clase media
Al veneno
Es logro del queso de las ratoneras
Gracias
Al miedo
A los sexos violentados
A los montones de hijos
Y la poca memoria
A las pilastras de porquería
A las cosas robadas
Por educar a nuestras ratas
Gracias columnas vertebrales
Echas trizas
Intestinos
Derramándose por los hocicos
El retumbar de las suelas de los zapatos
Gracias por el aserrín
Por la tierra que se abre ante las garras
Por el olor a muerto
Porque siempre hay un hueco
Lo suficientemente pequeño
Para una rata
Ah, Qué hubieran sido ellas sin los hombres
Cómo vivir sin esconderse
Cómo sin ser pequeñas y feas
Cómo sin la noche y su silencio
Cómo sin ciudades como ésta
Para qué darles más
Cine autos trajes enchinadores de pestañas
Son ratas
Dios ya les puso las coladeras
Emilio B. Frosel (Ciudad de México, 1983). Es poeta, cuentista y documentalista. Estudió letras hispánicas en la UNAM (que por cierto los Pumas le ganaron 8-0 al Veracruz, y yo estuve en el estadio, jijiji). Ha participado en diversos encuentros de literatura, dado cursos de literatura. Actualmente trabaja la producción de un documental sobre La región más transparente de Carlos Fuentes.
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Como detalle (y perdón por el lapsus) puedo decir que este poema no sólo es bueno sino que además, como medida extrema ante la ineficacia de los métodos comunes, estoy viendo si recitándole poemas a las ratas que viven en mi sotano se irán. Parece estar funcionando...no se han ido, pero ya les gusta la poesía.