Un mundo en blanco
Hay manuscritos inconexos en mi escritorio,
algunas historias que se trazan hasta el infinito:
los senderos que olvidé recorrer son las calles
de una ciudad en blanco,
sin los grises individuos
ausentes y sin rostro.
Sobre las banquetas queda la memoria
de esos parques silenciosos:
no distingo la lluvia que distorsiona la visión
que desde esta ventana me habla
de los relatos que alguna vez vivieron las sombras.
Krishna Avendaño (Ciudad de México, 1989). Liberal anarcocapitalista, seguidor de la escuela austriaca y estudiante de economía. Ante todo un devoto de la literatura. Cofundador del Movimiento Letras Diferentes. Ha sido acreedor de una mención honorífica en el concurso de cuento histórico organizado por la Universidad Iberoamericana en la categoría preuniversitaria por el cuento El olvido, y la única mención en la categoría universitaria por el cuento La Frontera.
6 comentarios:
Gracias por el apoyo. No sé por qué tenía la ligera sospecha de que éste te iba a gustar un poco más que el otro...
En fin, a ver cómo le va.
Buen poema, no es nada espectacular, pero deja ver que Krishna va por buen camino. Como sea, este poema me hace pensar en que la verificación se ha vuelto más un arquetipo que una necesidad, me parece que poemas como este se leen igual en prosa que el verso. No considero que el poema sea malo, sólo que podría ser más contundente en prosa, al igual que una gran parte de lo que se escribe ahora en la poesía mexicana.
el poema apesta en prosa o verso, ese eliud es un pendejo
Estimado Anónimo, no molesta que digas que el poema apeste, ni que digas que Eliud es un pendejo. No estoy de acuerdo contigo en ningún punto, por cierto. Como dije, no molesta, en lo más mínimo tu comentario, pero, para hacernos a una mejor idea de lo que dices, ¿por qué no eres tan amable de señalar, comentar más, profundizar por qué es malo el poema y por qué Eliud es un pendejo? Muchas gracias por leernos.
Lo triste es que a veces esos anónimos creen que de verdad uno se siente herido por tales comentarios. De veras, cuánto ocio hay en el mundo...
Gracias, Eliud. Lo tendré en cuenta. Mi única justificación es que este poema pertenece a un librito donde este texto acompañado de los demás funciona como atmósfera. Pero sí, como texto solitario no es lo más destacable, estoy de acuerdo.
Yo creo que hay un poema dentro de esa prosa, yo sólo le agrego tres palabras y le quito otras tantas:
Hay manuscritos en mi escritorio,
algunas historias que trazan el infinito:
las calles de una ciudad en blanco,
individuos sin rostro.
la memoria sobre las banquetas
de parques silenciosos (que no existen):
la lluvia distorsiona la ventana que habla
de los relatos que alguna vez vivieron las sombras.
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