Ambiciones
Configurar el pensamiento puede ser ambicioso,
tratar de no soñar con la amargura del sabor
reconocible,
despertar junto a ella,
marcar el paso,
y respirar como hombre paciente
que sabía del honor.
(Del libro Oscureció)
Máscaras
En la oscura realidad una mente se
muestra al desnudo,
no logra ver a plenitud.
Múltiples lenguas le han cegado,
un vacío lleno de sí mismo.
Y los cuerpos son inventados,
toda soledad es absoluta,
como los seres que creemos que somos.
Somos lo que odiamos.
Madera.
Arcilla.
Mientras seamos máscaras.
(Del libro Oscureció)
Mirada incorpórea
He tocado el rostro del tiempo,
incomprensible.
Entre su piel se guarda la distancia de la eternidad.
Su sangre no deja color sobre mis manos,
igual al silencio que me habita desde que decidiste abandonar mi cuerpo para posarte en su mirada.
(Inédito)
Contactos
En el blanco extravío de su piel,
aún todo cielo tiene un color,
las marcas no sangran…
Nocivo como quedar
ciego en el vientre, es separar
que te siento.
No desperdicio momentos imperfectos,
busco caricias entre la muerte.
¿Qué es poseer un contacto virgen con la muerte?
(Inédito)
Samuel Acosta Aroche es poeta y narrador. Actualmente cursa la Lic. En Sociología por la Universidad de Guadalajara, ha publicado en las revistas Notlacuilol (2005), Escripta (2006), Fedra (2008), Palabras Diversas (2009) Revista el Puñual (Chile, 2009), Espiga de Papel (2009), Revista El Cuervo (Argentina,2009) Hëlvet #4 (2009). Es autor de los libros editados por Publicaciones Eugénesis "Dulces Momentos Frustrados" (2007) y "Oscureció" (2008) prologado por el Premio Clarín-Alfaguara 2004, Ernesto Mallo. Ha sido antologado por la Editorial Días Raros en el libro "Antología de poesía 2008" (2008). Pertenece a la Red Mundial de Escritores en Español, Poetas del Mundo y Jalisco Escribe.
3 comentarios:
Me gusta el último poema, creo que es de los más trabajados o al menos muestra una mayor capacidad de escritura.
Al leer cada uno de estos poemas me encuentro con que los encabalgamientos me producen cierto extrañamiento al leerlos en voz alta; no sé hasta que punto eso es bueno, por ser una cualidad característica, o en realidad terminan siendo topes en los poemas.
Samuel Acosta Aroche es mi profesor en preparatoria y debo decir que es una dicha conocerlo. Sus clases, sin importar cuál sea el tema a ver, siempre toman otro sentido y salimos de la clase con algo en nuestras cabezas, que promete quedarse allí todo el día, como mínimo. Cuando abandona del salón nunca se le olvida decir "sean felices", luego de que en toda la clase nos recalcó eso de una forma casi inconsciente. Un honor poder saber más de éste talento, de un ente tan inspirador.
Samuel Acosta Aroche es mi profesor en preparatoria y debo decir que es una dicha conocerlo. Sus clases, sin importar cuál sea el tema a ver, siempre toman otro sentido y salimos de la clase con algo en nuestras cabezas, que promete quedarse allí todo el día, como mínimo. Cuando abandona del salón nunca se le olvida decir "sean felices", luego de que en toda la clase nos recalcó eso de una forma casi inconsciente. Un honor poder saber más de éste talento, de un ente tan inspirador.
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