miércoles, noviembre 28, 2007

Laura Lobov/era un cuadrado la casa...

era un cuadrado la casa,
blancas las paredes y el pilar
alto de la entrada. se veía todo el cielo.
el cosmos, decían.
cuando en la capital
se ven con suerte
algunas luces. la materia
desordenada y en polvo
se transforma. sin ir más lejos,
en frente, un primer piso
iluminado en la madrugada esconde
pequeños tesoros, un trofeo de karate, una heladera
y restos de algo. habría que ir al campo, salir
a la terraza, escapar
en la sábana oscura que se alza
sobre los otros. él trajo
una revista desplegable, estiró el índice,
apenas con la punta así,
cuando eras chica preguntaste
qué es el cosmos, te muestro, acá
estamos nosotros.


Laura Lobov (Buenos Aires, 1978). Publicó Las cosas a descansar, por Gog y Magog ediciones (editorial que codirige junto a Julia Sarachu y Miguel Angel Petrecca) y una plaqueta, Balneario, dentro de la colección Arte de tapas de la Casa de la poesía.

jueves, noviembre 22, 2007

Todo se irá a la basura/Augusto Rodríguez

Mi corazón estallará como piñata de fiesta



de lo que algún día fui no queda nada
sólo vómitos de transeúntes

la borrachera es la última victoria
en estos días


la mejor poesía se sigue escribiendo en los baños públicos



tanta es mi náusea
que le vomitaré a la mujer que amo



y después me la devoraré



con un poco de esfuerzo pero con la muerte


dividida en mi garganta





Nació en Guayaquil en 1979. Es licenciado en Comunicación social. Ha publicado los poemarios Mientras ella mata mosquitos (2004), Animales salvajes (2005) y La bestia que me habita (2005). Sus textos aparecen en varias antologías locales y en países como España, Uruguay y Argentina. Ha obtenido el Premio Nacional de Poesía David Ledesma Vásquez (2005), el Premio Nacional Universitario de Poesía Efraín Jara Idrovo (2005) y Mención de Honor en el Concurso Nacional de Poesía César Dávila Andrade (2005). Es miembro fundador del grupo cultural guayaquileño Buseta de papel.

miércoles, noviembre 14, 2007

invitaCIÓN


miércoles, noviembre 07, 2007

Emilio B. Frosel/Generación espontánea

Generación espontánea


I
Las ratas nacieron con las coladeras

Ven un poema en el charco y en la fiebre
Dios las puso para pasar
Sus años a solas con el plástico
Les puso los pavimentos y las madrugadas
Les puso un hogar en una llanta hecha trizas
Un castillo en una fábrica de algodón
.............Dios las ama
Las hizo humildes



II
No necesitan mucho
Tienen las tuberías
El calor de sus vientres preñados
Y con el lodo
De seguro ni siquiera sienten el frío

Al fin su estómago pequeño
No podría tragar más que migajas
La brizna del azúcar fuera del café

Las cosas de los hombres
Son muy grandes para ellas
Les sirven más si se rompen
Si se abandonan

Su poca inteligencia
La deben a los palos
A la familia de clase media
Al veneno
Es logro del queso de las ratoneras

Gracias
Al miedo
A los sexos violentados
A los montones de hijos
Y la poca memoria
A las pilastras de porquería
A las cosas robadas
Por educar a nuestras ratas

Gracias columnas vertebrales
Echas trizas
Intestinos
Derramándose por los hocicos
El retumbar de las suelas de los zapatos

Gracias por el aserrín
Por la tierra que se abre ante las garras
Por el olor a muerto
Porque siempre hay un hueco
Lo suficientemente pequeño
Para una rata

Ah, Qué hubieran sido ellas sin los hombres
Cómo vivir sin esconderse
Cómo sin ser pequeñas y feas
Cómo sin la noche y su silencio
Cómo sin ciudades como ésta

Para qué darles más
Cine autos trajes enchinadores de pestañas
Son ratas
Dios ya les puso las coladeras


Emilio B. Frosel (Ciudad de México, 1983). Es poeta, cuentista y documentalista. Estudió letras hispánicas en la UNAM (que por cierto los Pumas le ganaron 8-0 al Veracruz, y yo estuve en el estadio, jijiji). Ha participado en diversos encuentros de literatura, dado cursos de literatura. Actualmente trabaja la producción de un documental sobre La región más transparente de Carlos Fuentes.
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Como detalle (y perdón por el lapsus) puedo decir que este poema no sólo es bueno sino que además, como medida extrema ante la ineficacia de los métodos comunes, estoy viendo si recitándole poemas a las ratas que viven en mi sotano se irán. Parece estar funcionando...no se han ido, pero ya les gusta la poesía.