martes, noviembre 07, 2006

Quai d´anjou

QUAI d'ANJOU

curioso que la escena (la nada, casi: dos desigualmente
jóvenes) tuviera como un aura inquietante.
J.C.


1.
Y ya qué hacer con el cielo despejado
todo este orden es como de puntos suspensivos
uno siguiendo a otro a otro
y otros más que imaginariamente siguen
como abriendo grietas en el tiempo
para refugiarse en la nada
como palomas escondidas en los boquetes de los edificios
que pasan inadvertidas
sin necesidad de camuflaje.
Incluso a los fotógrafos se les nos escapan.

Después seguí por el Quai d'Bourbon
y ya no soplaba viento
pero tú la mujer rubia
eran las nubes
ahora pasa una paloma
y me parece que un gorrión
delante de mis rostros
sus rostros
nuestros.

Ah, el viento de Coyoacán
que despeja el cielo
habría que decididrse a encontrar una paloma qué fotografiar.


0.

Yo que miro
qué puedo mirar con el sol de frente.
Miro las nubes
o más exacto:
el espacio que una vez ocuparon
pero quedo ciego
prefiero bajar la mirada
sin llegar al suelo.
Tomo entonces Paseo de los Andes
y en Monte Nevado un incienso desbaratado
en Cerro Agreste el agua
Campos Celestes un edificio a medio hacer
por Noche Pletórica caminando.

Mirar y caminar son los infinitivos más.
[finitos
finos e) infinitos
-ínfinos-

Luego de mirar viene el recuerdo
o el registro
antes es caminar.
Recuerdo la imagen antes que el verdadero cuerpo
había girado como una veleta de cobre
y los ojos, los ojos estaban ahí.

A.
Era delgada y esbelta, como la noche
salía humo de sus negros ojos
yo la perdí por verla tanto, como...noche.
Sólo mirar y esperar
algo tiene que suceder luego de mirar tanto.

Estoy solo como lo está cualquiera
como la noche cuando es de día
--------- y no hay nubes
como una fotografía cuando nadie la ve
------------------como una paloma que es una nube que se suspende

(nostalgia de lo que se obtuvo
luego de contar, que es mirar, que es una nube -que-
aunque lo obtenido
sea aquello que no fue)

La noche se me desliza
y creo que bien podría haber
-------- otras maneras de no contar nada
¿por qué no llega la paloma y se esconde en la nube?
¿por qué no llega la noche y cubre éste sol?
¿por qué mujer rubia ojos negros tácito encuentro?

No se acaba un poema con una pregunta
ni se pregunta QUÉ luego de leerse.


Por Alberto Espejel (Ciudad de México, 1981),
su perfil es http://www.blogger.com/profile/29539536

3 comentarios:

alida dijo...

Lindo poema, bellas letras
saludos

Alberto Espejel Sánchez dijo...

nah, está chafa...

lord tyger dijo...

Es como aquellas caminatas por Coyoacán donde redescubres que tienes capacidades amatorias (las mismas que alguien se llevó una vez)... mujeres, gracias por hacernos escribir y por darnos el calor que tanto pedimos... sigan con ese ánimo que pronto habrá más poesía.