lunes, abril 13, 2009

Invitación y cinco poetas

Antes que nada los invito a la tercera edición de ECOS en la Casa del Lago Juan José Arreola. Ocasión especial es esta, pues marca una continuidad: son ya casi tres años de trabajo delcolectivo Devrayativa, y tres ediciones de estas lecturas. Espero verlos a todos ahí.
(Nota al 15 de abril: Hice una reseña en mi blog, pasen a verla.)


Ya dado el aviso, pasemos al post como tal.
Ante la ausencia vacacional me pareció pertinente un post algo largo. Sin embargo me pareció también pertinente, partiendo de los comentarios de Eliud en una entrada anterior, proponer un ejercicio.

Este blog lleva casi tres años publicando poemas de gente joven. Con el tiempo esto ha parecido no ser suficiente. Nuestro margen ha sido, con excepciones, el de la década de los ochentas y seguirá siendo así algún tiempo, supongo. El asunto es que muchos de los nacidos a principios de los ochentas ya son voces, si no probadas, sí encaminadas. Por eso Eliud marcó en su comentario que el poema de Ramírez Vuelvas que prefería leer cosas inéditas de desconocidos. Ciertamente, en buena medida ese ha sido el chiste del blog. Por eso hoy propongo un ejercicio con los que ya sabemos que ahí están y con poemas que tal vez ya leímos: hagamos de cuenta que eso no pasó, sólo leamos y critiquemos. Los dejo con los textos.

Iván Cruz Osorio/Servando Teresa de Mier

Señor nuestro, dueño del mar, la tierra y las tempestades,
hablemos en voz baja de esta nave
que sostiene nuestro grito y nuestra espera,
de este océano
intensamente rojo que nos impide el paso,
de los hombres
que llevamos las consignas secas en la boca
y el desamor en los labios.


Vamos a hablar de los días de Santo Tomás Quetzalcoatl
predicando la fe
antes de la llegada de los misioneros,
vamos a hablar de la virgen madre Tonantzin
y del cristianismo que no trajeron los españoles.
Vamos a hablar del miedo,
de la angustia que ciega nuestros corazones,
de esta angosta corriente que nos lleva
a Escila y a Caribdis,
que atraen a los navíos a sus rocas
y dan muerte a los navegantes,
vamos a hablar de la misericordia,
de la piedad que hoy invoco
para estos marinos,
y para los tantos millones de hombres
que no hablamos inglés.


Señor nuestro, dueño de todo bajo el sol,
concédenos ruta a favor del viento,
sopla auras propicias
para estos hombres que hablan el lenguaje de las ruinas.


Inti García Santamaría/Las buganvilias

Frases que dijiste en un jardín botánico.

Palabras para nombrar un cactus.
Palabras para nombrar un camaleón.

Palabras para bautizar plantas con la palabra “abuelito”.

Palabras dentro de una catedral.
Palabras de tus dedos sobre mi frente.

Un núcleo duro en medio de una canción.

Frases que aparecen otra vez en mi teléfono celular.
Palabras para decir más palabras.

Un núcleo dorado.

Palabras que nombran los nuevos sabores de la nieve.
Palabras aquí.

Allá pétalos para hacer papel.

Palabras como dibujos sobre madera.
Destellos de lonas rosas al final de la calle.

Un callejón tapizado de pétalos.

Palabras de madrugada que regresan de día.
Destellos de vetas.

Un núcleo.

Palabras para describir una semilla.
Destellos de números para decir más palabras.

Un resplandor de frío en las luces de la ciudad.

Palabras para conocer un caballo de madera.
Palabras para leer.

Un resplandor de frío.

Una noche que termina,
más o menos, termina.

Una noche regresa
como un halcón
al brillo de unos ojos.

Palabras para describir las cintas sobre un cuerpo.

Un halcón de electricidad.

Un circuito de frases para proteger tu nombre.
Un circuito de números.


Daniel Saldaña/Detenido...

Detenido,
el caracol vigila inmensidades.

La tibia desnudez de los magueyes
sostiene su peso
como una mano sabia y precavida,
acostumbrada a la paciencia.

El caracol sabe
que las altas dimensiones de los cactus
tienen la medida exacta
de su amor por los detalles.

El caracol se arrastra.

Tímido, reservado,
intuye que la risa de los vencejos
habrá de serle siempre ajena:

su reino está fundado en el fulgor prudente.



Xitlálitl Rodríguez/Sirvo...

Sirvo mis ojos al espejo
que ventila una habitación sin muebles
para nombrar este hueco de ciudad
desde mi cuerpo de palabra no dicha.

No hay nada al alcance de un tropiezo
o de un descanso matinal que me sostenga la memoria del sueño.
La luz ya no es luz
es un rastro de cortina
enredado en la madeja de mis pasos.

El suelo es blando, las puertas se fueron en desbandada.
En esta casa vivo como lluvia en barco de papel.

Y sin embargo, ando a tientas
porque cada noche me asomo al espejo
y lo escucho repleto de rostros usados,
del contorno del verano sobre el follaje de la cama,
de las hojas, del cabello furioso, de estos ojos que sin querer lo habitan.


Raquel Barragán/Tres poemas

Callo soles, días y plantas viejas
que sonríen extinciones inminentes
No te muevas del lindero antiguo
de ahí vendrá la respuesta

*

El agua desgajada que nunca será vapor
Nunca lluvia
Ni gotera
ni trago
ni saliva
ni lágrima
Ni nunca nada
dará a luz esterilidad

*

Decir mucho, mucho
que las palabras se vacíen
Que llevemos, sin callar, la lengua al silencio
Desgastemos la palabra
el silencio en aquel día nos pedirá cuentas
Porque no me podrás nombrar
Y tu nombre flotará podrido


Entonces, ¿qué opinan?

12 comentarios:

Nayeli G dijo...

El primer poema juega con las fórmulas de una oración al principio y al final "señor nuestro...", pero lo interesante es la transformación a la mitad del poema "vamos a hablar..." se me figura una protesta.

En el segundo, creo que el título funciona bien para recordar una metáfora flor=palabra durante todo el poema, incluso cuando se habla de palabras en un celular. La repetición de "palabra" tantas veces, ayuda a expandir lo que la misma palabra significa.

El tercer poema es una imagen nítida, el caracol vigilante desde el maguey ejerce cierto poderío. Dependiendo de la posición que tomes -ésta deberá ser de acuerdo a tu tamaño- la perspectiva del mundo para ti será la que elijas.

El cuarto poema tiene un ritmo muy distinto y la adjetivación cargada de los subjentivos forma imágenes casi óníricas, hay mucho juegos de sinestesia. Pienso que algunas metáforas son sobradas: "la luz ya no es luz es un rastro de cortina enredado en la madeja de mis pasos" o inlcuso el principio "mi cuerpo de palabra no dicha". De pronto el enredo semántico es demasiado.

El quinto poema: en el primer poema, me agrada darle transitividad a sonreír, funciona como verter, la imagen que se forma es más amable que, tal vez, vomitar, sin embargo los verbos funcionarían igual. En el segundo la imagen final apoya la idea que venía formando de agua estéril. El tercer poema me recuerda mucho al de Inti, el mismo tema: la palabra; lo único que tal vez sobra es el último adjetivo, me late más: "y tu nombre flotará."

Nayeli G dijo...

*jeje no son subjentivos sino sustantivos

Sor Juanais dijo...

Me gustarón los poemas. El de Daniel es muy bueno.
Gracias por la invitación a participar en Ecos. Lo disfruté mucho.

Edgar dijo...

Hola Eduardo,

¿Cómo estuvo la lectura de ayer, en Casa del Lago?

Viento en Popa imagino...

Un abrazo
Edgar

Anónimo dijo...

no sabría como criticar y no tengo tiempo para inventármelo.leí los poemas y la pase bien ,y eso era lo único impostergable.

no se cuál es la revolución pero estoy adentro !!!!!!!

saludos desde argentina

ignacio

edegortari dijo...

Edgar: Estuvo muy padre. Todos los que leyeron tenían exclentes poemas. Ojalá te des una vuelta.

Anaís: Sí, Saldaña es bueno. Muchas gracias a ti por participar con nosotros. Ojalá vayas a las demás lecturas.

Ignacio: nosotros tampoco sabemos cúal es pero igual estamos ahí.

Naye: tu sabes lo que te digo...
Saludos a todos

Profundistas dijo...

Bricolaje

Como un místico tebeo
coloca el verso suelto
en pos de un alarde estoico
por esencia tardío

la mascara entintada de su fracaso
tiene un libro con forma de llave
que sólo abre sus páginas
a los turistas sedientos de
libra y hastío


es el poeta


el biografo monumental de su historia muda
el Virgilio náutico de su selva binaria
el cándido tierno enfermo de tanta realidad

Escuchadme, poeta:

cuando el angelus resuene coged el martillo
tomad 2 clavos
y surce tus ojos a la noche

Sabes cual es la moraleja de esta historia?

la poesía es una puta de cojones que cuando no sufre orgasmo
sufre parto

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Me parece interesante, y constructivo, el ejercicio que [me] propone Eduardo, y como siempre espero los comentarios le sirvan a los autores, aunque aquí sólo escribiré mis primeras impresiones, pues creo que mi respuesta necesitará mayor espacio.

A pesar de que el poema se nutre de un imaginario completamente mexicano y está supuestamente escrito "para los tantos millones de hombres/que no hablamos inglés", me parece que el "Servando Teresa de Mier" de Iván Cruz, al igual que otros poemas del autor en el mismo tono, tiene una visible influencia estética de T. S. Eliot y Ezra Pound. Formalmente no veo grandes problemas en este texto, aunque sí algunas tensiones que se le escapan al autor y un peso desmedido de la referencialidad sobre la elaboración retórica del poema. Tal vez sirva para leerse al caminar por el centro o en el museo de antropología e historia pero no para infundir conciencia histórica/social, sentir alguno sobre la dualidad inmanente del mestizaje o la situación de los indígenas desde la colonia hasta ahora.

Inti García no tiene las aspiraciones "comprometidas" de Iván Cruz, y en cierta medida me atrae más la idea de una poesía sobre la intimidad de lo cotidiano que la poesía "comprometida"(lo cual sólo es una preferencia y no un juicio de valor). Pero me parece que el poema de las Buganvilias tiene en común con el de Cruz el no llegar a su cometido. Si bien creo que es valida la idea del poema tan sólo como un fluir de frases, me parece que Inti aspiraba a lograr en este poema una cohesión que no alcanza. A esa cohesión no lograda la delatan las enunciaciones al principio del texto (un recurso pobre, aunque acorde a la intención de Inti de crear una voz que habla en un tono casi infantil, cursi pero aún con cierta sobriedad minimalista) y la descompone un intento malogrado de cambio de tono. Creo que el poema funcionaría mejor si renunciará del todo al intento de cohesión (aunque tal vez terminara encontrandola) y no tuviera algunos versos: desde "Un resplandor de frío en las luces de la ciudad" hasta "al brillo de unos ojos".

Del poema de Daniel Saldaña me gusta su giro inesperado. El poema transcurre lánguido por más de diez versos sólo para construir la contundencia del último. A pesar de poder justificarse por lo anterior, me parece que en general le falta fuerza a este poema. Las imágenes tienden a ser más descriptivas que evocadoras, tal vez haría falta trabajarlas más.

El de Xitlálitl Rodríguez es sin duda el poema cuya voz emana más sinceridad, aunque ésta -de forma paradójica- en la forma se pierde : la versificación me parece más una impostura que una necesidad y creo que este poema funcionaría mejor en prosa que en verso.


El poema de Raquel Barragán también se construye a partir de la sencillez, aunque dista mucho de los intentos e intenciones del texto de Inti. Sin embargo me parece que le falta contundencia a las dos primeras partes, que por cierto terminan sobrando, en especial la segunda. Al igual que Daniel Saldaña (y tal vez muchos otros poetas jóvenes, a quienes me sumo)Raquel abusa del recurso del catálogo. La primera parte empieza con una pequeña lista "Callo soles, días y plantas viejas", pero logra escapar a la tentación de hacer una lista y tiene el acierto de integrar sus elementos con la contundencia del siguiente verso. Sin embargo, los siguientes dos versos parecen surgir de la nada y prometen una imagen que nunca llega al poema. La segunda parte me parece incluso algo incoherente: no logro encontrar una relación sintáctica entre la lista de lo que "nunca será" el agua desgajada con "Ni nunca nada/ dará a luz esterilidad". Me atrae la idea de la poesía agramática, pero no me parece que esa sea la intención en este caso. La última parte es contundente y me parece funciona por sí misma.

Excepto por Iván Cruz, creo que es sintomática la confusión entre contundencia y fuerza. En los cinco poemas veo una búsqueda de distintos caminos para llegar a los versos contundentes; sin embargo no veo fuerza en ninguno de estos poemas, y eso tiene que ver más con el desarrollo de una voz poética que con aspectos formales del poema. Iván Cruz me parece interesante, pero más por las tensiones entre su estética y las pretensiones ideológicas de sus temas que por la tenue fuerza de su voz poética. En general estos poemas, aunque de estéticas disimiles, me parece que comparten la falta de fuerza, lo cual me parece sintomático no sólo de estos cinco poetas sino de casi todos los poetas jóvenes en México. Habrá que escribir más sobra esta carencia que me revela el ejercicio propuesto por Eduardo.

Unknown dijo...

Gracias a Aurora se me ocurrió un nombre para el anónimo. Vamos a ponerle "poeta-pornocondechi".

Ahí díganme si no les hace click lo que ven en la antigua dirección de ella.

luces de bohemia dijo...

MUY ATRACTIVO Y FRESCO, SE REUNEN EN ALGUN LUGAR PARA RECITARLOS O MOSTRARLOS?
ES UNA BUENA PROPUESTA, AHORA CON ESTA SUPERCARRETERA DE INTENET, FELICIDADES.

JOSÉ LUIS.